Crisis y rupturas de pareja en verano: ¿Cuáles son las causas?

Crisis verano
Año tras año, al llegar las vacaciones de verano escuchamos los testimonios de muchas parejas que rompen, leemos que las tasas de divorcio se disparan al llegar septiembre y que muchas relaciones entran en crisis, pero, ¿a qué se debe? Es el momento de preguntarnos cómo podemos salvar una relación de pareja en crisis. Es una época que llevamos meses deseando que venga para poder estar juntos, entonces, ¿por qué las vacaciones son motivo de discusión y no de paz, convivencia y diversión, como deberían ser? A continuación explicamos algunas de las causas, que, según los expertos, son las que conducen a las crisis y las rupturas de verano.

El verano viene acompañado, además de por las vacaciones, por las crisis y las rupturas de pareja. En lugar de emplear las vacaciones para fortalecer la relación, como debería ocurrir después de todo el año de rutina y estrés, muchas parejas no pasan este momento y los miembros se ven obligados a romper la relación.

Causas de las crisis y rupturas veraniegas

El enorme incremento de las crisis, rupturas y divorcios en verano ha llevado a los expertos a analizar este fenómeno y a plantearse cuáles son las causas que nos llevan a estas situaciones.

  • En primer lugar, es importante señalar que si las demandas de divorcio llegan después de las vacaciones es porque la relación lleva rota ya algún tiempo y las vacaciones se usan como una oportunidad para tratar de arreglar las cosas, lo que, más que mejorar las cosas, casi siempre las empeora.
  • Durante el verano, los miembros de la pareja tienen una convivencia mucho más intensa, ya que, en otras épocas del año su trabajo no les permite pasar mucho tiempo juntos. Este hecho, en el caso de que se le sumen los problemas que arrastraba la relación, puede convertirse en un obstáculo insalvable.
  • La propia organización de las vacaciones puede convertirse en “la gota que colme el vaso”. Los desacuerdos respecto al destino, la fecha, la duración o el alojamiento puede suponer una discusión mucho más grave de lo que debería ser.
  • El cuidado de los hijos, que no tienen colegio, puede ser también un motivo de aumento de la tensión en la relación.
  • Sin olvidarnos, por supuesto, del problema económico. La crisis que atraviesa la economía nos afecta mucho más de lo que creemos y los desacuerdos sobre cómo administrar el dinero pueden convertirse en el detonante de la ruptura.

Pero por mucho que podamos establecer algunos motivos de crisis externos, lo cierto es que una crisis o discusión puede terminar simplemente en una época mala o, incluso, en un tiempo de reflexión o en ruptura y eso solo depende de nosotros.
 
A pesar de ello, no todo es malo en verano ya que, los entendidos afirman que es también la época del año en la que comienza un mayor número de parejas su relación.

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