Empoderamiento femenino: Cómo dominar la primera cita

La última cita fue un desastre, nada sucedió como deseabas, lo que al final te hizo sentir insegura y dudosa… «¿Seré yo?, ¿acaso hago algo mal?»… Antes de que sigas fustigándote, detente. Recuerda que estamos en el siglo de las mujeres, así que ya es hora de que tomemos el control de las citas atendiendo a nuestras necesidades y deseos. Por eso hoy te contamos cómo dominar la primera cita.

Las primeras citas nunca son fáciles. En la mayoría de ocasiones no sabes muy bien con quién o qué te vas a encontrar. Quizás conoces a tu cita en alguna faceta en común de tu vida, pero aún no conoces realmente a esa persona que te hace tilín. Mucho menos si la has seleccionado a través de una app de citas. El desconocimiento de qué sucederá suele ser el detonante para la inseguridad en una primera cita. Por eso, aprender a tomar el control de las citas te ayudará a sentirte segura y a empoderarte como mujer.

Las citas ya no son cosa de hombres

Durante siglos, el tema de las citas parecía dominio de los hombres. Si no estás de acuerdo, seguro que te viene a la cabeza más de una película donde el hombre es el que invita a salir, escoge el lugar, se esfuerza por agradar y mantiene el control de la situación. ¿Te suena? La mujer siempre aparece en actitud pasiva, adorando su papel y, en el mejor de los casos, con un cierto poder para tomar la decisión final, siempre y cuando el hombre haya hecho todo lo posible para cortejarla adecuadamente, lo que se traduce en dominar a la perfección la primera cita.

Esta estructura patriarcal de las citas está muy presente en el imaginario de muchas mujeres y hombres, que ante la imposibilidad de cumplir con el protocolo del cortejo, acaban por frustrarse y fastidiar sus citas una y otra vez. Porque sí, lo primero que debes saber es que los hombres también tienen miles de inseguridades en una cita, se ponen nerviosos, sudan y también las estropean (seguro que ya has conocido a más de uno). Y es que la idea de que las citas son cosa de hombres está ya un poquito obsoleta.

¿Las citas son dominio de las mujeres?

Entonces, ¿se trata de cambiar los roles? Por supuesto que no. Tomar el control y dominar una cita no significa tratar al otro como un subordinado a la espera de tus decisiones, sino aprender a establecer límites con una misma y con el otro para que la cita en cuestión cumpla con tus necesidades y deseos.

En otras palabras, ¿por qué ponerse un vestido que te incomoda para la primera cita si jamás te lo pones?, ¿por qué sonreír cuando el otro dice un comentario sexista que obviamente no te hace ninguna gracia? o ¿por qué aceptar tener una cita en un lugar que no te gusta o no te apetece solo porque el hombre «debe» elegir el lugar?. No se trata de que en una cita te pongas a juzgar al otro, aún ni siquiera le conoces y es lógico que además muestres tu mejor lado, pero querer agradar, ser positiva o tratar de seducir a una persona no significa que debas echar por tierra tu personalidad, tus deseos y necesidades y a ti misma.

En fin, que tomar el control de la cita puede significar muchas cosas, desde «ponerte guapa» para ti, no pensando en lo que al otro le gustaría, decidir dónde tener la cita, proponer temas de conversación o mostrar al otro tus fortalezas hasta no permitir que elijan un plato por ti, invitar, aceptar los halagos «porque tú lo vales» o tener la suficiente autoconfianza de decir cuándo una cita no está saliendo como esperabas o simplemente, decidir ponerle fin.

Porque ¿qué sentido tiene tener una cita si no la disfrutas? Se trata de pasar un buen rato con alguien y ver si hay química entre vosotros. Así que la próxima vez que tengas una primera cita, mírate al espejo y dite a ti misma que eres una mujer asombrosa y fantástica que buscas lo mismo en un hombre (o una mujer). Si lo encuentras, fantástico, y si no, no pasa absolutamente nada. Como se suele decir, «a otra cosa, mariposa».

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