Rincones sucios en casa que no limpias

¿A quién no le gusta vivir en una casa limpia y ordenada? La limpieza nos ayuda a despejar la mente y reducir nuestros niveles de estrés, por lo que siempre nos esforzamos en hacerlo lo mejor posible. Sin embargo, en la casa hay muchos lugares ocultos que nunca han sido limpiados, e incluso seguramente ni siquiera te habías percatado hasta ahora. Te mostramos los rincones sucios en casa que no limpias.

Lugares sucios que no limpias

1. Colchón

El colchón es uno de los objetos que más utilizamos a lo largo de nuestra vida, pero muy pocas veces reparamos en limpiarlo como se merece, convirtiéndolo en un auténtico nido de ácaros. Dado su tamaño, lo más práctico es utilizar remedios caseros. Uno de los más efectivos, aunque te sorprenda, es recurrir a bebidas alcohólicas. Mezcla vodka diluido en agua y aceite esencial del olor que prefieras y rocía tu colchón una vez al mes. ¡Acabará con todas las bacterias!

2. Persianas

Si tu ventana da a una calle muy transitada por vehículos, es normal que el exterior de tu persiana esté completamente impregnado de suciedad. Es una de las zonas más difíciles de limpiar, pero nada es imposible si se sabe cómo hacerlo. Quita el tambor o carcasa de la persiana y, después de darte el susto del siglo al ver tanta suciedad, puedes proceder a limpiarla con un paño húmedo.

3. Sofá

Aunque por fuera pueda parecer limpio, el sofá cuenta con muchas rendijas por las cuales se cuela el polvo y la suciedad hacia el interior. Lo mejor para mantenerlo en buenas condiciones es aspirarlo una vez al mes y protegerlo con una funda.

4. Libros

El polvo no solo cubre la cubierta de los libros, sino que también penetra hasta las hojas, por eso se envejecen y adquieren ese olor tan característico cuando no los hemos utilizado durante mucho tiempo. Para mantenerlos como el primer día deberás pasar un paño seco por la cubierta y mover las páginas con rapidez para eliminar el polvo del interior.

5. Rejillas de ventilación

Las rejillas de ventilación son uno de los accesos del polvo, por lo que no es de extrañar que se vaya acumulando hasta el punto de acabar casi selladas. Para evitar obstrucciones, introduce un paño mojado en desinfectante en cada rendija con ayuda de un cuchillo sin filo o de untar.

6. Nevera

Pasar un trapo por las bandejas de la nevera no es suficiente para desinfectarla y es que, al estar en contacto directo con los alimentos, el frigorífico acumula bacterias que pueden causar malos olores o, incluso, una posible intoxicación alimentaria. Lo mejor es que una vez al mes vacíes la nevera y la limpies profundamente con agua y vinagre. El olor no es el mejor al principio, pero ten por seguro que conseguirás desinfectarlo a la perfección.

7. Campana extractora

La campana extractora es el mayor foco de incendios de todo el hogar, ya que suele darse una acumulación de grasas importante tanto interna como externamente. Algunos modelos están preparados para limpiar sus filtros en el lavavajillas y otros requieren una limpieza a mano, pero en ambos casos deberás mantenerlos limpios constantemente.

8. Cortina del baño

El baño es el punto más húmedo de toda la casa, por lo que la aparición de moho y hongos no es ninguna sorpresa. Lo que sí puede ser sorprendente es que los pliegues de las cortinas son uno de los rincones más conflictivos, ya que se dificulta la evaporación de líquidos. Para limpiarla correctamente deberás pasar un trapo empapado en salmuera, dejarlo actuar durante 15 minutos y aclararla.

9. Alcachofa de la ducha

Otro de los puntos clave para limpiar al que no prestamos atención es a la alcachofa de la ducha. Tan solo tendrás que llenar una bolsa de plástico con vinagre blanco y atarla a la alcachofa con una goma elástica. Déjala actuar durante toda la noche y, al otro día, límpiala con un paño.

10. Tuberías

Las tuberías son las grandes olvidadas del hogar, y es que no solemos acordarnos de ellas hasta que se atascan. Para mantenerlas relucientes tienes dos trucos. El primero es añadir vinagre de vino blanco, dejarlo actuar 10 minutos y enjuagar con agua hirviendo. El segundo es utilizar una mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio. ¡Quedarán impecables!

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