Valores de glucosa en sangre: cuándo buscar atención médica

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Los valores de glucosa en sangre, es decir el nivel de glucosa (azúcar) en la sangre, es el parámetro que nos ayuda a controlar la presencia o no de diabetes. En el supuesto de que los valores no sean los adecuados, ¿cuándo buscar atención médica?
 
Ya sea del tipo 1 o tipo 2, la diabetes está relacionada con las dificultades del organismo para metabolizar correctamente los azúcares, tanto por falta o insuficiencia de insulina –la hormona responsable de esta función- como por la resistencia del propio organismo (el síntoma principal es la hiperglucemia).
 

Valores de glucosa en sangre: cuándo medirlos

El nivel de azúcar en la sangre no es el mismo a lo largo del día, incluso en las personas sanas o sin problemas de diabetes. A primera hora de la mañana, en ayunas, la concentración de glucosa en sangre varía entre 60 y 110 mg/dl. Niveles que aumentan después de las comidas, es decir, la ingesta de alimentos eleva la producción de glucosa. Generalmente, dos horas después de las comidas, los valores de glucosa recuperan la normalidad, siempre y cuando no haya problemas. Existen diferentes valores de la glucosa a considerar. Por una parte, el valor en ayunas, que se mide generalmente por la mañana (8 horas después de la última comida), y la glucosa postprandial (se mide dos horas después de la comida o de la administración de una solución de glucosa y agua).
 

Valores de glucosa en sangre: análisis y mediciones

Para medir la glucosa en sangre es necesario un análisis de sangre realizado en el laboratorio o un glucómetro (un kit especial para medir los valores con un pinchazo en el dedo, tiras reactivas y lector de medición). En este último caso, la medición la puede realizar el médico, u optar por hacerla en casa o en la farmacia. Hoy en día incluso existen dispositivos modernos y de tecnología avanzada para medir el nivel de azúcar con el teléfono —prevención 2.0 con las mejores apps-, especialmente adecuados para las personas diabéticas.
 
La diabetes no siempre se presenta con síntomas evidentes. De hecho, está considerada como una patología silenciosa porque no duele, cuyas señales pueden pasar inadvertidas. En ausencia de síntomas en concreto, después de los 45 años es aconsejable realizar un control periódico de los niveles de azúcar en sangre. Las personas en situación de riesgo (personas con sobrepeso, hipertensión o con antecedentes diabéticos familiares, por ejemplo) conviene que se realicen los análisis lo antes posible y con mayor frecuencia, poniendo en conocimiento del médico los factores de riesgo.
 

Valores de glucosa en sangre: cuándo consultar al médico

Una única prueba de glucosa en sangre no es suficiente para confirmar o descartar la diabetes. El diagnóstico, como en cualquier otra patología, debe ser certero y preciso, para lo que de entrada se deben realizar diferentes mediciones, tanto en ayunas como después de las comidas. Se puede hablar de diabetes cuando la tasa de glucosa en sangre en ayunas ronda los 126 mg/dl (entre 110 y 126 mg/dl), o se sitúa en 199 mg/dl dos horas después de las comidas (entre 140 y 199 mg/dl). En estos casos, hay que consultar al médico (si no se ha hecho ya) ya que podríamos estar ante un problema de diabetes. Hay otros síntomas que nos pueden alertar, como la pérdida de peso sin causa aparente, el aumento de orina y la constante sensación de sed.
 
Si hay factores de riesgo, incluso antes de que se confirme la diabetes –prediabetes-, es aconsejable modificar el estilo de vida, empezando por la dieta, y repitiendo con frecuencia los exámenes. Para más información le sugerimos: síntomas de la diabetes y cómo valorar tu riesgo en 7 preguntas.

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